
Por Andalucía han pasado diferentes pueblos y civilizaciones que con el tiempo han ido conformando una identidad cultural particular. Estos pueblos, algunos muy diferentes entre sí, han ido dejando una impronta lentamente asentada entre los habitantes de mi tierra.
La llegada de los primeros comerciantes orientales en la Edad Antigua, atraidos por las riquezas de Tartesos, la romanización, la etapa islámica y la cristianización han ido conformando la identidad andaluza, que ya en el siglo XIX estaba perfectamente definida y ampliamente difundida a través del costumbrismo andaluz.
En esa época clásica de la cultura andaluza, ésta se convirtió en gran medida en la cultura española por antonomasia, en parte gracias a la visión de los viajeros románticos, que encontraron en Andalucía la idiosincrasia más castiza de España y por ser la más exótica desde el punto de vista de un extranjero.
En palabras de Ortega y Gasset:
Andalucía, que no ha mostrado nunca pujos ni petulancias de particularismo; que no ha pretendido nunca ser un Estado aparte, es, de todas las regiones españolas, la que posee una cultura más radicalmente suya.
Durante todo el siglo XIX, España ha vivido sometida a la influencia hegemónica de Andalucía. Empieza aquella centuria con las Cortes de Cádiz; termina con el asesinato de Cánovas del Castillo, malagueño, y la exaltación de Silvela, no menos malagueño. Las ideas dominantes son de acento andaluz. Se pinta Andalucía -un terrado, unos tiestos, cielo azul. Se lee a los escritores meridionales. Se habla a toda hora de la "tierra de María Santísima". El ladrón de Sierra Morena y el contrabandista son héroes nacionales. España entera siente justificada su existencia por el honor de incluir en sus flancos el trozo andaluz del planeta. Hacia 1900, como tantas otras cosas, cambia ésta. El Norte se incorpora.
Teoría de Andalucía, 1927
Andalucía ha sido siempre cuna de grandes artistas. Sobresalen los pintores Velázquez, Murillo, Valdés Leal, y los escultores Martínez Montañés y Alonso Cano entre otros.
Se conoce como música andaluza, no sólo a la música tradicional propia de Andalucía, sino a un tipo de música específico, tanto de género popular como culto, definido por unas características propias en el ámbito métrico, melódico y armónico. Por ello, puede hablarse con propiedad de música andaluza compuesta por compositores no andaluces.
La Historia del Cine en Andalucía ha estado reducida históricamente al uso del arquetipo de lo andaluz (el flamenco, las corridas de toros, la religión, los bandoleros, el típico señorito andaluz, los emigrantes o la imagen del andaluz gracioso y vago), que se explotó sobremanera especialmente durante las décadas del 1940 al 1960 y que terminó consolidando en gran medida la imagen tópica de Andalucía.
En Andalucía se habla mayoritariamente el dialecto andaluz o modalidad lingüística andaluza, una forma de hablar el castellano. El habla andaluza es de gran riqueza y variedad.
En la vestimenta tradicional de Andalucía tuvo una gran influencia la corriente del majismo, junto con el bandolero andaluz y el atuendo de las campesinas.
El Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla recoge gran parte de la historia de la indumentaria andaluza, destacando por ejemplo, los distintos tipos de sombrero como el cordobés, el calañés, el de catite o el pavero-, así como el traje corto y el de flamenca.
El arte ecuestre andaluz, institucionalizado en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre ha adquirido un gran prestigio en el exterior gracias a la belleza plástica del caballo andaluz manifestada en espectáculos artísticos de gran acogida: Cómo bailan los caballos andaluces.
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